Análisis de la película Paco. Un ensayo entre lo errante dentro de la biopolítica
Introducción
“es dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado que puede ser transformado y utilizado”
Michael Focauld
La vitalidad de los cuerpos en una era que parece dormida en su propio sacrificio, un sistema que desviste la crueldad y la pone al empeño de los grandes economistas sicarios del poder. El perfil de unos pocos que consumen el resto en un parpadeo, solo por la ambición de una acumulación que se vuelve fantasma hasta para ello.
Y es en ese mismo proceso de desesperación que los cuerpos dóciles son su boleto al cielo, su pasaje de salida. El exterminio de otros se reduce a dosificar su muerte.
Dentro de este mundo que por demás capitalista y salvaje, la argentina experimenta un páramo. ¿Que páramo es ese? uno indiscreto y cruel. Y ahí en ese epicentro de crueldad se encuentra paco y los demás.
¿Quién es paco y los demás? Los cuerpos dóciles de nuestra pantalla grande. El monstruo del espectáculo que subsiste frente al poco éxito de exhibición y seguidores. Personajes que inundan un cine, englobado dentro de la marginalidad, del cine indiferen con la realidad.
Personajes de carne y hueso, mugre y miseria, a la margen de las aspiraciones grandilocuentes de Hernan Suar y Bertuchelli, en las comedias parisinas, filmadas en Buenos aires
Paco y los demás, es el monstruo de la miseria. Espectacular izado en una pantalla, transformados en los grande zombies que deambulan en nuestras historias. Intentan hacer lo posible para destrozar la realidad cómoda del espectador. Y entonces me pregunto ¿lo logran?
Paco y los demás es un cine que intenta una denuncia social, una sensibilidad sensorial, una responsabilidad inevitable de hacerse cargo del otro/otros. Paco y los demás no saben si lo van a lograr. Los espectadores tampoco.
¿serán paco y los demás una denuncia social, o una espectacularización de nuestros miedos/ ellos?
Un cine moribundo sensibiliza
En las últimas décadas, un sector de la cinematografía latinoamericana ha impulsado nuevamente en el escenario la pregunta por la relación de las prácticas cinematográficas con la realidad, lo real, con la sociedad. Son filmes que recrean la vida marginal en las ciudades, el narcotráfico y la violencia o se instalan en una especie de cotidianeidad radical, apartada de la heroicidad y al mismo tiempo del intimismo.
Los films se expresa en este cruce de elementos documentales y ficción a través de la contaminación y la hibridez entre factores que tienen que ver con la ficcionalización de elementos biográficos que pertenecen a actores naturales, actores no profesionales que al mismo tiempo son personajes, y que se introducen en la historia ficcional permaneciendo en el límite de lo documental.
El espectador es convocado a suspender las certezas de la división entre documental y ficción desde distintas estrategias, el pacto con el espectador requiere de una movilidad, una suerte de flexibilidad distinta de la ficción y distinta del documental que permite que se realice una recepción, que a diferencia de lo documental o testimonial- en la que el receptor debe aceptar lo narrado como una verdad y no como si fuera una verdad -, ahora debe aproximarse a visionar un discurso híbrido, ficcional, pero en otro modo de contacto con lo real y con lo social. Al respecto Aguilar señala que "el alejamiento del costumbrismo no radicó tanto en el rechazo de los códigos de representación como en la conciencia que tomaron los nuevos directores de las desemejanzas entre narración y puesta en escena. Porque si la nueva generación apostó por el realismo lo hizo, principalmente, en términos de la segunda" (Aguilar 2006: 36)
Esta filmografía se definió por una narrativa crítica cuya expresión política se transmitía a través de la puesta en escena, la subordinación de los diálogos a la carga dramática de los planos, los encuadres, los movimientos y las posiciones de cámara. Así pues, estos films –con Pizza, Birra, faso como precursor, Labios de churrasco y Mundo Grúa, posteriormente La sangre brota, El último verano en la boyita, entre otros- aportaron una mirada crítica respecto de los efectos y las miserias producidos por el neoliberalismo de las últimas décadas.
El resultado de este proceso de trabajo audiovisual no solo implicó que el arte se ofreciera como una herramienta de investigación sobre lo real sino, en algunos casos, como un espacio de reflexión autorreferencial del propio quehacer artístico.
Tanto en las películas de los noventa como en las del 2000, los sectores populares ya no aparecen como un sujeto político vinculado al cambio social, como sí lo hicieron ciertas películas argentinas de carácter militante en los setenta o de denuncia de los sesenta.
Aparecen los sujetos marginales, los parias, los zombis, los cuerpos dóciles. ¿son estos sujetos capaces de modificar la realidad? ¿son capaces de sensibilizar? Es un cine de denuncia incidiendo en la realidad o es un cine que espectacularizar una problemática que no se propone modificar?
Paco, la película
“El problema no es la droga, es lo que está detrás” Diego Rafecas
La película Paco escrita y dirigida por Diego Rafecas, estrenada el 18 de marzo del 2010; se centra en la historia de Francisco Blank (Tomás Fonzi), un físico cuántico, hijo de una senadora nacional (Ingrid Blank, personificada por Esther Goris). La película se estructura en dos relatos temporales que se entrecruzan. Uno de ellos muestra el momento del estallido de una cocina de cocaína en una villa porteña, donde el protagonista es detenido por la policía de manera inmediata; el otro detalla los acontecimientos que llevan a Francisco (apodado Paco) a la adicción y el hecho por el cual decide colocar una bomba en la cocina.
Paco estrecha un vínculo afectivo con Nora (Charo Bogarín), una empleada de limpieza. Es ella quien lo lleva a su casa, ubicada en una villa porteña y frente a una cocina, y por quien conoce el paco. El suicidio es el desenlace de Nora luego de llegar a una situación degradante en la cual se prostituye para conseguir nuevas dosis. Francisco, por su parte, organiza su venganza y coloca una bomba en la cocina, conseguida a partir de su intercambio por ladrillos de cocaína en la ciudad de Johannesburgo (Sudáfrica). Por este motivo, es acusado en los medios de pertenecer a una guerra entre narcos y encarcelado. La senadora utiliza su poder político para sacarlo de la cárcel e internarlo en un centro de rehabilitación, a cargo de Nina y Juanjo (Norma Aleandro y Luis Luque). En el internado conviven adictos a diferentes drogas y se establecen reuniones grupales para hablar sobre las posibles causas que los llevaron a su consumo. Pasado un tiempo en el cual ya no son visibles las necesidades de consumo, los ahora ex adictos comienzan una nueva etapa, la ambulatoria, por la que se reinsertan en la sociedad. En ese contexto, Francisco decide declararse culpable de la explosión. Si bien la película plantea la vinculación de la policía y la política en las redes de narcotráfico, no lo desarrolla de manera sustancial. Su objetivo es mostrar el mundo del paco y el problema de las adicciones en un sentido más general, planteando una salida para los adictos. Siempre hay posibilidad de dejar las drogas.
Construyendo al héroe en la cocina
“Aunque parezca una paradoja, pareciera que nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza, para alimentar la prosperidad de otros”.
Eduardo Galeano
Francisco, es un adicto a la pasta base, igual que Nora, ambos pertenecen a diferentes clases sociales pero aun así, esta condición, los iguala de algún modo en tanto consumidores. Sin embargo, se pone en evidencia que se trata de la droga de los más pobres en la medida en que su producción y venta se identifica con la villa. Al mismo tiempo, Nora es quien lo lleva a Francisco a su casa y le hace conocer el paco. Como anteriormente dijimos, la madre y senadora describe el paco como exterminadora de una clase. Sin embargo toda esta caracterización de la droga, que tal pareciera un problema social, dentro de una sociedad ya corrompida. Se desdibuja a la hora de concluir todas las problemáticas ocasionadas, por los cuerpos dóciles. La moral individual se convierte en la cura prominosa de todo mal.
“Es una droga de exterminio”el discurso médico es aquel que, mediante su imposición, busca regular los cuerpos de acuerdo a los parámetros ideales
Michael Focauld
Una de las frases que aparece en la película y llama mucho la atención es cuando la senadora mamá de paco. Habla sobre la pasta base “paco”. Una droga “para ser desaparecer a una clase que no se sabe que hacer con ella”.
La película parece solapar todo lo que intenta poner al descubierto. Develar lo que luego va ser cubierto por un manto, el manto de la ética individual. Apena se descubre la corrupción y el narcotráfico se decide culpabilizar ¿a quien?. El argumento gira en cuestiones de segundos culpabilizando a los consumidores. Raúl (Gabriel Corrado) le contesta que “mientras haya consumidores va a haber narcotráfico”. De este modo, acuerdan que la lucha debe realizarse contra la drogadicción para prevenir y no contra el narcotráfico.
Nuevamente los cuerpos dóciles, encerrados en una clínica. Rehabilitación se llama. La exclusión es necesaria para el control. Caracterizados de enfermos, que necesitan tratamiento para su curación. Y es que efectivamente lo son. ¿lo son? . Probablemente lo sean, como todo el entorno que los rodeas. La administración es corrupta, la propia clínica lo es, la política, la policía. Pero no es tan claro, como ausente.
Lo verdaderamente tangible, presente, son los cuerpos dóciles. El resto “las instituciones” parece escabullirse, esfumarse o simplemente ausentarse.
La llegada de la individualidad cuando ya se está dosificado
“Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte que te desborde desde el interior”
Frida Kahlo
Foucault, sostiene que “la cuestión de quién y qué se considera real y verdadero es aparentemente una cuestión de saber, pero también una cuestión de poder. (…) El saber y el poder no pueden separarse ya que operan conjuntamente para establecer una serie de criterios sutiles y explícitos para pensar el mundo.” (Foucault, 2006: 49) Esto es lo que Foucault denomina la voluntad de verdad, un modo de mirar y de posicionarse del sujeto que conoce, en tanto productor de discursos ligado al poder, este, es apoyado y distribuido por instituciones sociales.
Si lo que somos no tiene nada que ver con la sociedad actual y las relaciones que le dan un orden y siguiendo con esta línea argumentativa, los obreros, los pobres, los enfermos, los desgraciados, los solos, los tristes. Son lo que eligieron (o no eligieron el camino adecuado). Nuevamente las instituciones desaparecen. Los sujetos son seres errante, en una realidad que los ignora. Los cuerpos dóciles, no son fruto del sistema. Simplemente son lo que son por sus propias decisiones.
El problema de las adicciones, según el film, sólo puede ser resuelto por uno mismo. Todo dependerá de la ética del individuo. En este sentido, la película corporiza en algunos personajes el modelo de moral a seguir. Francisco asume la responsabilidad por las víctimas de su atentado, en una actitud casi heroica, y decide declararse culpable. Por su parte, Nina, quien fuera una ex adicta, entiende que ha logrado satisfacer su deuda moral ayudando a personas adictas. Sin embargo, otros no tuvieron igual suerte, como Nora, que habría elegido quitarse la vida.
En consecuencia, todo queda librado a la decisión y moral propia. Se deduce, de este modo, que la política corrupta carente de ética debe dejar lugar a otra que siga el bien
moral.
¿Serán los cuerpos dóciles ejemplo de moral?¿ serán los cuerpos dóciles denuncia de la enfermedad del sistema?. Serán dóciles o no serán nada.
La realidad del lobo
“En el abuso de poder, uno desborda lo que es el ejercicio legítimo de su poder e impone a los otros sus fantasías, sus apetitos y sus deseos”
Michael Focauld
La caída del modelo de convertibilidad implantado una década atrás, un marco de apertura económica en desmedro de la industria nacional, la privatización de las empresas del Estado que habían sido producto de la capitalización de generaciones de argentinos por décadas en las empresas públicas, el comienzo de una completa ausencia del estado como garante de los argentinos, la destrucción del modelo solidario en salud y educación, la apropiación del ahorro interno genuino y la total destrucción del sistema provisional. Sin duda, la exclusión, la marginalidad y la precarización impuesta por el neoliberalismo son una cruda realidad. Los niveles de pobreza en Argentina , durante el 2001 rondaba en un 25%, en octubre del 2002 el 57,5% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza. Además, acompañaban a la pobreza todo tipo de precariedades: desocupación y subocupación, reducción de ingresos y la expansión de los puestos de trabajo precario, inestables y sin cobertura social.
El consumo del paco empezó a crecer en Argentina después de la crisis económica de 2001, cuando un gran parte de la población se volvió parte de “los nuevos pobres”. Según un estudio del SEDRONAR (Secretaría para la prevención de la drogadicción y la lucha contra el narcotráfico).
Según un estudio del Observatorio de la Coordinación de Políticas Sociales en Adicciones del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 2006, el grupo el más tocado era el de los 36-45 años. Sin embargo, el mismo estudio, hace hincapié sobre una población particularmente vulnerable, los jóvenes y los niños. Parece que el edad medio de inicio para el paco es de 12 años, y que el 20% de los consumidores tienen entre 12 y 17 años. Sin embargo, el consumo de paco es sancionado unánimemente por la sociedad de las villas, y el nivel de alarma que produce suele generar una búsqueda de ayuda por parte de las familias. Hay un gran problema de prevención.
El impacto social político y económico repercute indefectiblemente en las industrias culturales y en la construcción de discursos simbólicos que daban cuenta de una realidad que a duras penas se convertía en digerible.
El discurso cinematográfico se empapo de una realidad que no le era ajena. Como dijimos anteriormente las nuevas narrativas audiovisual se tornaba, crítica y errática, con personajes que lejos de ser héroes eran marionetas, zombies caminando por un desierto urbano sin prosperidad.
Un cine ficcional y de denuncia aparecía. Lejos del virtuosismo heroico de los protagonistas de los ochenta, donde el personaje interpelaba al público, produciendo una verdadera anagnórisis al estilo de la tragedia griega. Esto ya no sucedía.
El héroe desaparecía y en vez de eso, estaban los marginados, los excluidos, los cuerpos dóciles, moviéndose sin autonomía sobre un espacio que lejos estaba de ser el paraíso.
Paco y todos los demás funcionaban como una denuncia de realidad negada. Como denuncia a un sistema que tampoco quería reconocerse como culpable de la crisis. Paco y los demás ya no era un cine de entretenimiento o de expurgación. Era el estigma de una sociedad que comenzaba a abrir los ojos. Los cuerpos dóciles no son lo que son por sus decisiones, son también el resultado de un sistema enfermo que necesitaba un chivo expiatorio para seguir adelante.
Diego Rafeca muestra una realidad cruda, de una problemática social, que cada vez crece más, y son escasas las políticas públicas entorno a ellas. La drogadicción y sobre todo el consumo de pasta base, es un problema de agenda en la salud mental de la Argentina. En la película se intenta demostrar la posibilidad de salida de las drogas a partir de la terapia grupal y la decisión individual. Más allá de estar o no de acuerdo con el punto de vista del director, la película no deja de ser una visibilización de un problema, que busca una solución al mismo.
La película intenta sensibilizar sobre todo lo que está atrás de la adicción. La falta de afecto, la desigualdad, la marginalidad, la pobreza, todo lo que está detrás es necesario transformarlo para cambiar esa realidad, aunque por momento el discurso se vuelve contradictorio, el director reafirma en sus entrevistas que “el problema no es la droga, es lo que está detrás”.
Es en este sentido que Paco, es un cine que sensibiliza, que politiza sin ser político. Intenta desde la cotidianidad de lo narrado dar cuenta de la realidad del espectador, que sin estar inmerso en ella, de alguna manera forma parte. Intenta incidir
Hay en su cine, junto a otros Films argentinos, una forma de denuncia, una forma de visibilizar, lo que está mal en la sociedad.
Y eso que está mal, se expresa en nuestro cine Argentino a través de paco y los demás, a través de los personajes marginales, parias y excluidos, que lejos de ser los grandes héroes de las epopeyas griegas, son los cuerpos dóciles de un sistema al que se intenta denunciar.
Se puede concluir que es un cine que politiza, aunque no se instale como un proyecto político sistemático, sino más bien a través de la representación de la cotidianeidad radical de personajes marginales que no tienen proyecto pero que son proyectados a lo político por un cine profundamente crítico. Que a través de esa crítica intenta incidir, transforma la realidad.
La ficción al servicio de la denuncia
La ficción, tiene un gran potencial en los imaginarios sociales y colectivos. El cine de ficción funciona no solo como constructor sino como legitimación del discurso social. El cine es también un agente de intervención social, la práctica fílmica entendida en un sentido amplio, no opera solo como una representación de ese mundo, sino que se imbrican en la emergencia de nuevos sujetos sociales que son a su vez el resultado de las transformaciones sociales. El cine como práctica discursiva y significante formaría parte, en todo caso, del ámbito cultural e imaginario. Si bien es cierto que el cine ha perdido su papel hegemónico en la producción de cultura de masas (al menos en los países desarrollados), no es menos cierto que puede hablarse de la existencia de una cultura mass-mediada en la que el cine está muy presente.
El cine no se entiende como un ámbito de ineludible alienación sino como un espacio discursivo dinámico; espacio en el que cabe, en cierto grado, la confrontación simbólica.
La sensibilización de los problemas sociales también conlleva a una concientización de la misma. Muchas veces el cine de ficción logra ambos procesos a partir de una narrativa que si bien es ficticia está anclada en una realidad que se pretende modificar. Paco no solo logra visibilizar una temática como las adicciones, sino que pone al descubierto una droga de “exterminio” que cada vez se hace más cotidiana en los sectores bajos de nuestra sociedad. Por otro lado visibiliza y da a conocer la corrupción que hay detrás de la venta de drogas, como también las diferentes formas de enfrentar el problema. No solo sensibiliza sino que también intenta concientizar sobre la misma. Pretende una vía de salida a las adicciones a través de tratamiento terapéutico. Propone una perspectiva de intervención que podría resolver parte de la problemática, o por lo menos genera impacto y atención sobre la misma.
Paco entre muchos otros cuerpos dóciles, logra algo, que no lograron otros, y es ser parte de una comunicación de incidencia. A diferencia de la denuncia o la crítica de la realidad, paco, da un paso más allá. Aunque, tal vez no estaba en su propuesta principal. Paco, interviene en una realidad que es necesario cambiar.
La película propone dos sistemas de atención terapéuticas enfrentado, el viejo sistema de aislar, de encierro, y un modelo alternativo de estrategias de recuperación, con participación comunitaria, familiar, con intervenciones de equipos heterogéneos, muestra la posibilidad de restablecer vínculos familiares y sociales.
Al mismo tiempo el director declara haber trabajado con las madres del paco, una organización que pelea contra las drogas y a favor de los chicos. Las cuales combaten contra un sistema de exclusión del hombre sobre el hombre y pelean por sus hijos, por su barrio, por la vida y sin saberlo por todos nosotros. En palabras del director para su película, contó que tuvo el apoyo de las Madres del Paco. "Ellas nos interiorizaron en el tema y nos dieron su mirada de esta realidad argentina".
Las madres de chicos que han sido o son consumidores de Paco la definen como una droga de exterminio que está diseñada para aniquilar cierta clase social. Los pibes quieren consumir algo y lo único que tienen es Paco, y se les quema la cabeza. Las Madres del Paco son personas a las que se le murieron sus hijos por esta adicción". (el popular, 2010)
La película constituye un testimonio de una de las mayores problemáticas existentes en la vida de los jóvenes de los sectores populares de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires. Pone al descubierto las consecuencias del consumo y de los circuitos de corrupción que todavía imperan en la Argentina. Demuestra la Impunidad en muchos territorios, incluso de esta ciudad. Así como la complicidad de algunos sectores de las fuerzas de seguridad. No solo brinda testimonios de realidad sino también la posibilidad de salida. Por esas razones, la película se declara de interés cultural en la ciudad de Buenos Aires, en el 2010. Impulsado el reconocimiento por la diputada y ex presidenta de la Comisión Especial de Seguimiento de la Ley Nº 448 de Salud Mental, María Elena Naddeo
El sistema de salud de la Ciudad atraviesa una fuerte crisis, que los nuevos dispositivos basados en el paradigma de la ley 448 de salud mental son incipientes y todavía escasas las políticas públicas destinadas a brindar contención y tratamiento a los jóvenes afectados.
Maria Elena Naddeo en una entrevista declara que “Reconstruir la esperanza, darnos fuerza para seguir profundizando la búsqueda de soluciones al crecimiento del consumo de sustancias tan tóxicas. Este es uno los méritos de la película Paco”. (María Elena Naddeo, 2010)
La palabra incidencia puede tener diferentes significados. Algunos la usan para decir
que están influyendo en algo o para algo; otros para decir que se está logrando
colocar el tema en la agenda periodística y otros para referirse a la incidencia política
que tiene que ver con influir en “decisores”. La incidencia pública podemos definirla como aquella que intenta movilizar, sensibilizar y concientizar al ciudadano. Paco intenta de alguna manera provocar eso en el espectador. Intenta a partir de un proceso comunicativo incidir sobre el imaginario social. Generar debate sobre una problemática ciudadana, y dar una posible via de solución a la misma. A la vez interviene en la política pública a pesar que en un principio no estaba pensado para ello. Paco es una película declarada de interés general por iniciativa del ministerio de salud mental.
Película que posteriormente se pensó pasar en las escuela, para sensibilizar y concientizar sobre la problemática que tanto afecta a los adolescentes. De esta manera aunque no se lo propusiera desde un principio, la película logra cierto proceso de intervención, ya que es contemplada dentro de programas que trabajan con las escuelas a partir del cine debate.
La herramienta del cine debate como espacio de reflexión y sensibilización no se puede menospreciar. Es en estos espacios que el cine no sólo habla, sino que también escucha, ya que permite la respuesta del espectador a los relatos, y el encuentro entre espectadores dando lugar al diálogo, a la construcción colectiva de saberes, la comunicación y puesta en común de experiencias. De esta manera, la ficción producida, permite el trabajo de sensibilización a partir del uso de estos materiales como disparadores de debate. Como propuestas alternativas. Y no sólo como denuncia o crítica.
De esta manera Paco y los demas, cuerpos dociles que inundan nuestra pantalla, y nuestra realidad pretenden funcionar como herramienta de cambio. El cine no solo es entretenimiento, como todo arte es transformación. No solo manifestacion social sino también herramientas con implicancias, en la realidad política.
El páramo donde habitan los cuerpos dóciles ya no es solo una pantalla, una proyección ficticia. Es el lugar donde espectador y espectáculo se fusionan para transformarse.
Seguirá habiendo un cine con aspiraciones de entretenimiento, pero al mismo tiempo existirá un cine, que pretendiendose herramienta de transformación perturbara en buena parte la experiencia colectiva de los espectadores, o serán cuerpos dóciles.
Biografía
Aguilar, Gonzalo. 2006. Otros mundos. Un ensayo sobre el nuevo cine argentino. Buenos Aires: Santiago Arcos Editor.
Cicalese, Gabriela (coordinadora). 2013. Comunicación para la Incidencia. Buenos Aires: Centro de Comunicación La Crujía.
Garcia Canclini, Nestor. 1990. Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad. México: Grijalbo
Focaualt, M. (2005) Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Buenos Aires: Siglo XXI.
Foucault, M. (2006a) Historia de la sexualidad. Tomo I. La voluntad de Saber. Madrid: Siglo XXI.
Un cine que politiza: estrategias "fronterizas" en una tendencia del cine latinoamericano actual Revista Austral de Ciencias Sociales ISSN: 0717-3202 revistaustral@uach.cl Universidad Austral de Chile Chile
SEDRONAR (2011). Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha Contra el Narcotráfico. Presidencia de la Nación Buenos Aires - Argentina.
Wed
http://www.legislatura.gov.ar/assets/documentos/prensa/informe2010.pdf
http://www.elpopular.com.ar/diario/2010/03/20/nota.html?idnota=75056
http://mariaelenanaddeo.blogspot.com.ar/2010/04/maria-elena-naddeo-entrego-la.html
Http://otramerica.com/causas/madres-autoconvocadas-para-luchar-contra-el-paco/1284
https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-142398-2010-03-21.html
http://www.taringa.net/posts/info/5157973/Asociacion-Madres-contra-el-paco.html
Comments