Un film de Wes Anderson
Wes Anderson nos vuelve a trasladar a su propio mundo, de escenarios teatrales, colores exuberantes y espacios vintages que mezclan el pasado con el presente. Su particular visión estética y su estilo narrativo, ya observado en otro film como Viaje a Darjeeling y Moonrise Kingdom (2012), transforman esta comedia de enredos en una obra maestra.
Sinopsis
El film trata sobre las aventura de Gustave, un conserje de un lujoso Hotel europeo en periodo de entreguerras y ZERO, el nuevo botones del hotel, que se convertirá en el compañero leal de Gustave, compartirán estas trágicas aventuras.
Gustave es un hombre de impecables modales, dedicado completamente a sus clientes; en su mayoría mujeres mayores quienes disfrutan de su compañía. Madame D. (Tilda Swinton) una de sus clientes más importantes luego de un paso por el hotel, fallece en extrañas circunstancias dejándole a su mejor amigo, el conserje, una pintura renacentista de valor incalculable. Dicho regalo desencadenara una disparatada aventura que llevarán a Gutave y a Zero, a enfrentarse con traiciones, persecuciones y hasta fugas de prisión. Este espectacular relato cargado de humor absurdo, ingenuidad y perspicacia, sucede bajo el telón de fondo de una historia de amor, Zero y Agatha, la repostera encargada de hacer los pasteles del hotel y quien ayudaras tanto a zero como a Gustave en sus aventuras.
Con un extraordinario elenco como Ralph Fiennes y el magnifico debut de Tony Revolori, hacen de este cautivador film una joya del cine para la mirada.
Estética general de la película
Si bien la estética y narrativa de la película podría resultar algo ya conocido en las formas de Anderson, la realidad es que no dejan de impactar y estimular la mirada de los espectadores. La utilización de la voz off, el humor surrealista que hila las secuencias y, la escenografía y el decorado vintage que nos retrotae una época, anterior, pero sin especificación, y con tintes mágico. Su nuevo film cuenta con nuevos planteamientos estiliticos, y con un guion extraordinario lo que lleva al espectador a enamorarse del visionado desde el segundo cero hasta el fin del mismo. Anderson, nunca es otra vez Anderson, no aburre, siempre con la impronta que lo caracteriza pero asombrándonos con otras. (Toca la imagen para ver en video el resumen de la estilistica de Wes Anderson)
Un relato a la matrioska
Wes Anderson siempre ha sido un extraordinario guionista.. El relato se extructura en tres tiempos y se narra a la manera de una matrioska (una historia dentro de otra historia).
Esto se evidencia al encontrarnos con un primer personaje que nos cuenta cómo cuando era joven encontró a otro personaje que le contó otra historia, La historia comienza en 1985, cuando un escritor (TomWilkinson) nos cuenta que en su juventud se alojó en ese GranHotel Budapest.
Luego le vemos rejuvenecer (con los rasgos de JudeLaw ) hasta su llegada a ese Hotel, ya en decadencia, donde conoce al propietario (F. Murray Abraham) que, en un tercer relato, le cuenta la turbulenta historia del Hotel en los años 30, cuando disfrutaba de su mayor esplendor y era visitado por señoras, con mucho dinero, en busca de las atenciones de su legendario conserje, M. Gustave(Ralph Finenes) La comparación con la Matrioska no es solo mera casualidad, dado que situara la historia en una geografía inventada pero ubicada en la eupora oriental, llamada República de Żubrówka. Su nombre proviene de una bebida alcohólica polaca.
Niveles narrativos
Como primer nivel narrativo, aparece el libro que nos habla sobre el Author que desarrollará la historia como tal. En ese momento la cámara nos muestra un segundo nivel que presenta propiamente al Author, este será la voz narrativa que guíe a este gran filme. En este nivel, el Author nos cuenta la esencia de un escritor y cómo es que él decide contar una de las historias más interesantes. El filme en ese momento subirá a otro nivel narrativo que es cuando vemos al Joven Escritor cómo es que llegó al Gran hotel Budapest y se encontró con un señor mayor que llama su atención y descubre, gracias al Concierge que el señor, de nombre Moustafa, es el dueño del gran hotel. Mr. Moustafa, al dar cabida para la historia, permite subir a un cuarto nivel narrativo, la línea que muestra propiamente el desarrollo de la pelicula
La Dirección de Fotografía, gran protagonista de la película
Robert Yeoman es el Director de Fotografía de todos los film de Anderson y como siempre nos sorprende con la maestria que diseña las escenas, desde la iluminación hasta las puestas de camara. En todo los proyectos que realizo con Anderson siempre incorporo el formato anamorfico y panoramico, con focales como el 40 mm que permite cierta deformación en la imagen. Su amplitud permite a su vez la posición y dispersamiento de los personajes. Lo interesante en esta película es la incorporación de distintos formatos, relación de aspecto. La utilización de las diferentes relaciones de aspecto se dan a medida que avanza el relato, y se distinguen entre los tres periodos históricos en lo que transcurre la aventura de Gustave . El golpes nazis en 1932 se utiliza el formato 1.33:1; para los años 60, se recurre al Cinemascope 2.35:1 y para los 80 y el presente, se utiliza el Widescreen 1.85:1.
Esta decisión estilística dentro del área de fotografía logra enfatizar el relato a la mastroika. Vemos como la fotografía y el guion se entrelazan, se unen y logran una mayor expresión estética que deslumbra tanto en belleza como en creatividad
Parte de la estilística del mundo de Anderson es la puesta de cámara y la anulación o casi nula angulaciones. Siempre rueda de manera frontal al decorado y a los actores. A esto se suma también la cantidad de travelling y movimientos de cámaras que utiliza para contar la historia, todos los movimientos son limpios y precisos. La utilización del zoom siempre es de intención expresiva, se realizan de forma agresiva y recorriendo toda la lente.
El Dolly en el caso de los acercamientos (dolly in) para hacer anuncios importantes y paneos sencillos, pero rápidos, que anticipan algunas acciones
El fim se rodó con una sola emulsión, de 200 asa, lo que implico mucha puesta de luz para lograr el colorido completo tanto de decorados como de vestuario. En la iluminación de hotel Budapest, juega con el naturalismo, y la viralización a los cálidos. Lo que podemos decir que a diferencia de otros films, en este Yeoman se da el lujo de la improvisación y la búsqueda de lo espontaneo.
Dirección de arte y puesta en escena.
Como dijimos anteriormente la película transcurre en Europa oriental, en la republica imaginaria de Żubrówk la combinación de vestuarios y utilería, evidencian la construcción de esta Europa Oriental con gran perfección y magia. Así pues el vestuario, maquillaje y cada detalle de los escenarios y del universo que compone esta historia está cargada de color y de una atmósfera de ‘pasado moderno’ que genera una continúa sensación de nostalgia sin dejar de lado el ingenioso humor que la atraviesa. La teatralidad de los escenarios se logró mediante maquetados, el diseñador de producción Adam Stockhausen, realizo un extraordinario trabajo de campo y búsqueda de locaciones.
Consiguió caracterizar el este de Europa a mediados del siglo XX, realizando una fusión de diversos hoteles que habían sido demolidos o eran ruinas, por lo que el director recurrió a tonalidades pasteles y el arte-deco.
Toda la utilería fue construida para adaptarla a esta historia que si bien imaginaria, no pierde la noción de realidades existentes. La creación de documentos, sellos, periódicos y la elaboración de una moneda exclusiva para la película fueron algunos de los detalles que dramatizan la historia.
Los colores y los personajes
El tratamiento del color también es impecable, en ellos se refleja el desarrollo de la trama y el avance de la historia. Por ejemplo cuando los personajes se encuentran en el hotel de los años 30, vemos un marcado tono rosa tanto en la escenografía como en la utilería, en cambio, en los años 60 el hotel se torna de colores ocres enfatizando los rojizos; marca el traspaso del tiempo como la presencia o ausencia de M. Gustave.
Según la teoría del color de Goethe, la utilización del violeta en matices claros representa melancolía, misterio y magia; por su parte los violetas representan el lujo. De esta manera los colores complementan el argumento narrativo. Ya que el Hotel representa los lujos de la clase alta, como el mundo imaginario construido por Anderson. Los colores por sí solos son importantes, pero lograr una utilización tan precisa de ellos puede hacernos percibir la complejidad de un mundo que en realidad se halla en un plano totalmente ilusorio.
La banda sonora
La música acompaña el colorido de la dirección de arte, en el sonido que combina balalaikas rusas, címbalos húngaros, cítaras, órganos, campanas e incluso yodelers, una buena muestra pero indefinida, del repertorio de instrumentos y voces europeas compuesta por el reconocido Alexandre Desplat. Una musicalización perfecta y con una personalidad indiscutible para el estilo pintoresco del director. Alexandre logra a través de la música el espíritu humorístico de la película. A su vez su conocimiento musical tan basto en la multiplicidad de ritmos como en los instrumentos que introduce, proveniente de otras culturas como las húngaras remitiendo a cierto folklore del lugar.
Entre la gama de instrumentos podemos identificar con claridad al cimbalón y ea la balalaika, el primero protagoniza el tema central de la pelicula Mr Moustafa y el segundo que acompaña a varias secuencias The new Lobby Boy.
Ambas composiciones tienen la intención de transportarnos al espacio geográfico donde ocurre la historia. También se utilizan piezas clásicas como concerto for Lute and Plucked Strings, de Vivaldi.
Alexader Desplat recogiendo el Oscar a la mejor banda sonora por Hotel Budapest. Si queres escuchar la música clickea en el imagen de Alexader, ponete auriculares y escucha la música mientras lees el articulo completo.
Curiosidades de la película
Como curiosidad, cabe mencionar que el personaje de Jeff Goldblum, no de forma casual, se llama en pantalla «Vilmos Kovacs», una clara alusión/homenaje a dos colosos de la fotografía cinematográfica nacidos en Hungría: Vilmos Zsigmond y Laszlo Kovacs.
• La República de Zubrowka está en Görlitz: En medio de una larga búsqueda, Wes dio con Görlitz, un pequeño pueblo en la frontera entre Alemania, Polonia y la República Checa que es patrimonio de la UNESCO por su perfecta conservación.
• Los pasteles de MENDL’S, fueron creador por la pastelera local Anemone Müller-Grossman. En este video es posible ver la receta original.
• El gran hotel Budapest no es real, una maqueta de casi tres metros de alto construida en los estudios Babelsberg de Berlín, sirvió de fachada para el Gran Hotel Budapest.
• Por su parte el fondo que constituían las colinas de Zubrowka, fue pintado por Michael Lens, quien se inspiró en los paisajes de Caspar David Frierich, un pintor paisajista del siglo XIX considerado por muchos el artista alemán más importante de su generación.
El cuadro Niño con Manzana fue encargada al pintor Michael Taylor, al que le envió como referencias, pinturas de Bronzino, Durero y otros artistas holandeses del siglo XVII y retratos Tudor.
• El perfume L’Air de Panache sin el que Monsieur Gustave no puede vivir y con el que conquista a todas sus huéspedes, lo crearon entre Wes Anderson y la casa de colonias francesa, Nose. Es el olor de los dandies, con rosas, jazmín, hierba y, un toque de manzana verde.
Título en España: El Gran Hotel Budapest
Año de Producción: 2014
Director: Wes Anderson
Director de Fotografía: Robert Yeoman, ASC
Ópticas: Cooke S4, Angenieux Optimo, Technovision-Cooke, Cooke Varotal
Emulsión: Kodak 5213 (200T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico y 35mm anamórfico (Technovision), 1.37:1, 1.85:1 & 2.40:1
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